En su experiencia como directivo y ejecutivo de distintas empresas, Yuri Proaño, egresado de la UDEP, destaca que los ingenieros industriales deben ser creativos y poner en práctica sus valores para hacer crecer una compañía.
Por Fernanda Vegas Sernaqué. 28 octubre, 2022.
La base científica de los primeros años de carrera fue fundamental para que Yuri Proaño Ortiz, egresado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Piura en 1986, empezara su recorrido profesional.
Hoy, como actual gerente de Primax Perú, señala que, para hacer crecer una empresa y diferenciarla de las demás, los ingenieros industriales deben ser creativos, aportar ideas innovadoras y, a la vez, deben poner en práctica sus valores y principios al tratar con otros trabajadores, cerrar acuerdos con clientes y con personas externas a la compañía.
Al respecto, señala que, aunque el uso de la tecnología ha aportado mucho a la ingeniería industrial, son las personas quienes dirigen las acciones de la empresa hacia un propósito. “Las computadoras funcionan según como uno las diseñe para lograr distintos objetivos. Por eso, para los ingenieros, es importante la creatividad y la innovación. Nosotros debemos pensar en cómo mejorar todo constantemente”, explica.
Al mismo tiempo, considera que, para un ingeniero industrial, lo más importante es sentir “pasión por los procesos”, para poner todo su ingenio en la creación de valor. “La base científica y teórica es importante para hacer bien el trabajo, pero lo que va a diferenciar la labor del ingeniero y, a la vez, a su empresa, son los valores, los principios y el trato”, recomienda a los futuros ingenieros industriales.
De Perú para América Latina
Gracias a su esfuerzo y habilidades blandas Yuri Proaño ha ocupado cargos ejecutivos y directivos en La Curacao y Primax, en las sucursales de Ecuador, Venezuela, Colombia y Perú. “Empecé en el área de logística y abastecimiento de Interamerica de Comercio; luego, fui gerente en la sucursal de Lima de esa empresa, pero recién en 1998, con La Curacao, pude ocupar cargos ejecutivos en otros países”, detalla.
En 1998 trabajó como vicepresidente de La Curacao en Ecuador y, al año siguiente, viajó a Venezuela para ser controller, el segundo ejecutivo más importante de la organización, en otra sucursal. Su trabajo en Latinoamérica continuó con Primax, donde ingresó como controller en Ecuador, para ocupar, en pocos meses, el puesto de gerente de la misma sucursal. Años después fue nombrado gerente general de Primax Colombia, con el encargo de lanzar la marca en el mercado del país y, actualmente, es gerente general de Primax Perú.
Sobre las dificultades que halló en el camino profesional, recuerda esa anécdota de su época de estudiante. “Una vez me quejé con el ingeniero Ramón Mugica en la universidad porque los problemas de física que nos ponía eran demasiado complejos. Él me respondió que eso no era nada en comparación con los problemas que iba a enfrentar cuando trabaje con personas, que los temas humanos eran más complejos. En ese entonces no entendía, pero, ahora sé que tenía toda la razón”, recuerda el egresado de la UDEP.
Refiere que, para solucionar situaciones complejas, le ha ayudado mucho trabajar en distintos países y tratar con gente de diferentes culturas y costumbres. “Uno debe entender y respetar las particularidades de los lugares en los que vive y usar las fortalezas para llevarlas a la cultura corporativa de las empresas que dirige, siempre buscando inspirar a las personas con una visión y valores específicos”, recomienda.
Asimismo, resalta la importancia del trato interpersonal. “Para hablar con la gente directamente, hacer coordinaciones o cerrar tratos, ayuda mucho el saber dirigir a las personas, saber escuchar y expresarse adecuadamente. Además, al tratar con empresarios y clientes, importan mucho los valores que se demuestran”, acota Proaño Ortiz.
